Una vez más, Albert Flores abría una mano en posiciones medias y toda la mesa se tiraba hasta que la acción llegaba a la ciega grande, que le hacía una three-bet a 15.000 puntos. Flores pagaba y los dos iban a ver un flop 
.
El jugador en la ciega salía liderando la acción con una apuesta de 15.000 puntos, pero eso no iba a ser suficiente para tirar a Flores, que hacía call tras pensar unos segundos.
El turn era un 
y los dos jugadores pasaban antes de que el clásico pato de toda la vida, el 
, aterrizase en el river.
El jugador en la ciega mostraba entonces 
, pero eso no era suficiente para ganar el 
de Flores que, ahora sí, conseguía ganar un bote para detener la sangría de los últimos minutos.
