Una mano en la que Marcos Patón ligaba dobles flopeadas terminó como el rosario de la Aurora, aunque al tratarse de dos jugadores que mantienen una buena relación la sangre no llegó al río.
Tarlev, que tenía pareja de ases con as-dos, aseguraba haber foldeado en el river ante la apuesta de Patón, pero el catalán no opinaba lo mismo. Ahí comenzó una discusión que solo los directores del torneo, Salva Suriol y David Tusell, pudieron resolver. Los dos escucharon la opinión de la mesa y principalmente el croupier y terminaron obligando a Tarlev a pagar por haber realizado un movimiento extraño que llevó a confusión al resto de jugadores.
Tarlev se había quedado con las cartas a pesar de asegurar que había foldeado y eso fue lo que creó la confusión. Por ese motivo el rumano tuvo que pagar los 3.900, que fueron a parar al stack de Patón.
"No ibas a foldear", decía Patón. "Hace cuatro años que no foldeas top pair", incidía el catalán con algo de sorna. Tarlev no consiguió que nadie coprendiese su explicación, pero aceptó la decisión de los directores de manera estoica.