Cuando uno juega un torneo de póker no siempre puede esperar runear en las mesas como le gustaría. Eso es justo lo que le ocurrió a Óscar Royuela, que durante el día de hoy no había conseguido ganar una sola mano. Obviamente, la situación era insostenible, y Royuela se vio obligado a dejar su asiento libre muchos antes de lo que había imaginado.
Algo "caliente", y un poco triste por haber caído eliminado, Royuelo decidió apagar su "tilt" consumiendo un cigarrillo en la zona de fumadores. Lo que menos esperaba es que allí le iba a soprender el destino. Mientras fumaba, un impulso incontrolable le llevó a hacer una apuesta en la máquina tragaperras. Y ahí surgio la magia.
Un par de giros fueron suficientes para que la máquina completase una combinación ganadora, pero lo que Royuela ni siquiera había soñado es que el premio ascendiese hasta los 520€, perfecto para hacer una re-entrada. Y eso fue lo que hizo. Royuela terminó su cigarro y se acercó raudo y veloz al mostrador de caja para registrarse de nuevo en el Día 1b. Esperemos que esta vez las cosas le vayan mejor que con su primera bala.