El jugador foráneo Marius Kristian jugaba hace unos minutos una mano surrealista que ha dejado con la boca abierta a propios y extraños.
Todo comenzó con un raise estándar a 800 puntos de un jugador en posiciones medias y la three-bet a ¡6.000 puntos! del jugador situado justo a su izquierda. El resto de jugadores se tiraban hasta que la acción llegaba a Kristian, que anunciaba "raise a 1.900 puntos".
Nuestro protagonista se había perdido la three-bet, pero eso no iba a impedir que el director del torneo, Salva Suriol, le obligase a hacer el raise que había anunciado, pero por el valor que correspondía. El hacía que el raiser inicial se tirase, pero no el que había resubido, que decidía hacer call.
El flop traía y Kristian no dudaba en moverse all in por unos 20.000 puntos. Su rival pagaba al instante y descubría que sus damas iban muy por delante del as-cuatro de Kristian, que se veía ya fuera del torneo.
Sin embargo, el dealer quemó carta y destapó un en el turn que daba un vuelco a la mano. El rival de kristian se quedaba entonces con solo dos outs, y ninguno de ellos apareció en el river, que fue un cuatro.