Tras el raise de un rival, Jordi Marcos hacía cold call con ochos en posiciones medias antes de que un tercer jugador hiciese three-bet por detrás.
La mano volvía al raise inicial y este se movía all in con . Marcos tenía unas 17 ciegas y decidía pagar el all in. El jugador que había hecho la three-bet pagaba con sietes y los tres iban a ver las comunes.
El dealer descubría un board que traía dos sietes y Jordi Marcos quedaba apeado del torneo con el registro ya cerrado, por lo que deberá hacer re-entry si quiere volver al juego.