Robert Escribano acaba de bustear el torneo cuando todavía quedan unas 20 eliminaciones para entrar en premios. Escribano, que se ha convertido ya en un clásico del CEP, ha vuelto a demostrar una calidad espectacular en este 2018, aunque, una vez más, le ha faltado ese pelín de suerte necesaria para poder llegar un poco más lejos.
Aún así, en esta parada tenía todavía opciones de hacerse con un patrocinio gracias a la promoción del jugador más regular, que ponía en juego un puesto en el team pro para el jugador que, después de haber jugado todas las paradas, consiguiese llegar más lejos aquí, en Peralada.
Sin embargo, tras alcanzar el día 2, las cosas no han salido como esperaba. Aguantó el tirón, y supo escapar con maestría de las situaciones más comprometidas, pero terminó estrellándose cuando más necesitaba la doblada.
En su última mano, con unos 75.000 puntos, Escribano decidía moverse all in tras el open-raise de Ángel Fernández y el call de un jugador en el botón. Fernández se aislaba con él y el jugador del botón decidía poner cuerpo a tierra.
Escribano tenía 
y Fernández 
. El board vino limpio de polvo y paja y Escribano se veía obligado a dejar su asiento libre con las manos vacías.
Una vez más, el catalán se queda a las puertas de una recompensa. En su día fue la pelea por el título de campeón, y esta vez ha sido por el team pro. Aunque sabemos que el poker es todo menos justo, estamos seguros de que le acabará llegando su momento.
