Con un stack muy mermado, Robert Escribano decidió darse check desde la ciega grande tras el limp de tres rivales en una mano que terminaría siendo la de su doblada.
El flop traía y ahí se desataba la acción. Escribano se movía all in tras la apuesta de uno de los limpers. Uno de sus rivales le pagaba y el resto se tiraban. Cuando se daban la vuelta las cartas, el catalán descubría que a pesar de tener pareja de nueves con , ya tenía algo más que su rival, que aún así iba por delante con su para proyecto de color y una overcard.
Escribano pudo esquivar los outs de su rival en turn y river, y ha logrado lo que parecía más difícil hace solo unos minutos. Ahora tiene más cerca la posibilidad de terminar la jornada con fichas, aunque tendrá que remar mucho si no quiere llegar al Día 2 en el vagón de cola.