Cuando nos acercábamos a la mesa, nos llamaba la atención que hasta cinco jugadores estaban metidos en una mano en la mesa siete.
El flop traía y era Díaz el que tomaba la iniciativa con una apuesta de 3.100 puntos. Javier de Estaban le pagaba desde el asiento situado justo a su izquierda, y Robert Escribano se unía a ellos desde la ciega pequeña.
El turn fue un y tras el check de Escribano Día volvía a disparar, esta vez 6.600 puntos. Esteban pagaba de nuevo y Escribano hacía lo propio antes de que el river descubriese un con el que se iba a cortar la acción. Los tres jugadores en la mano se daban check y llegaba el showdown.
Escribano descubría su para proyecto de escalera fallido y pareja de cincos, pero eso no iba a ser suficiente para superar al , que había ligado dobles ya en el turn.